El orégano y el laurel ayudan a la digestión

ORÉGANO: es originario de las zonas soleadas del Mediterráneo y se utiliza como condimento para platos elaborados con salsa de tomate, como la pasta y las pizzas, así como para ensaladas, para adobar carne o incluso para elaborar licores digestivos. Combina muy bien con el perejil, el romero, el tomillo, la ajedrea y la salvia.

El orégano es una de las plantas clásicas de la herboristería tradicional, puesto que tiene multitud de beneficios medicinales: es ideal para combatir los dolores abdominales, la menstruación, los gases intestinales, así como la tos, los resfriados, el asma o las afecciones respiratorias. También calma la laringitis y la amigdalitis; alivia los dolores musculares, la torticolis o el lumbago. Si combinamos el orégano con el romero y el tomillo, conseguiremos un aceite muy recomendado en casos de reumatismo. Puede usarse también como extracto, infusión, aceite esencial o tinturas.

El orégano es una planta que necesita sol, no exige mucha agua y soporta las heladas. Puede estar produciendo hojas y flores durante años, pero se recomienda que después de los 6 años, se cambie por otra.

Como veis, no puede faltar una mata de orégano en el jardín o incluso en las macetas de vuestra terraza. Es muy útil y además aporta un intenso y agradable aroma.

LAUREL: tiene origen en el mediterráneo y ha sido vinculado desde la antigüedad al triunfo. Su sabor y su aroma son básicamente balsámicos, con un toque fresco, dulce y picante. Se usa en adobos con vinagre porque así se suaviza el sabor.

Sus hojas se utilizan como condimento aromatizante de muchas comidas, es ideal en preparados para estofados, pescados, patés y sopas; y está presente en casi todos los guisos. Combina perfectamente con casi todo, desde platos con carnes rojas y aves, hasta salsas para pastas.

Al laurel se le atribuyen muchas propiedades medicinales, la principal es que ayuda a la digestión ya que permite abrir el apetito, combate gases y protege el hígado. Es por eso que está indicado para tratar casos de anorexia. No obstante, es una planta medicinal diurética, por lo cual se recomienda a personas que retienen muchos líquidos o bien padecen de cólicos. También tiene efectos terapéuticos en el aparato respiratorio; ayuda a la expulsión de mucosa de las vías respiratorias y resulta muy adecuado en caso de bronquitis y faringitis. Regula las menstruaciones y ayuda a combatir las enfermedades reumáticas, aliviando el dolor y desinflamando las articulaciones afectadas.

El laurel es una planta poco exigente en suelos, pero necesita mucho sol para crecer y requiere un buen drenaje. En época de mucho frío es conveniente cubrirlo para evitar que las heladas lo estropeen.

¿Esperabais que estas plantas tuviesen tantos beneficios medicinales? No os perdáis las siguientes entradas puesto que seguiremos hablando de las propiedades de las hierbas aromáticas más comunes en nuestro país.